La vista reconoce las colores que existen en el espacio, estos colores son absolutamente distintos a los que los animales perciben, ¿estamos con la razón absoluta de lo que vemos nosotros es lo real?
Tengo interés en mostrar un pequeño detalle de la obra que realizo, mejor dicho que he realizado, en estos momentos estoy pensando en las nuevas. Que es lo que voy a hacer, esa es la pregunta que me hago todos los días. Creo que encontré un nuevo camino en mi andar por la creación de mis próximas obras, no serán de un gran tamaño como lo son estas, más bien pequeñas pero grandes en contenido. Cada una de ellas como sus antecesoras, estarán cargadas de la más profunda pasión que es en definitiva, el motor que me mueve a realizarlas, es mi manera de expresarme, de materializar mis sensaciones. Ellas cargadas de colores, colores puros, establezco a través de ellos mi diálogo con el espectador, con vosotros. Espero que sepáis recibirme y también comprenderme, de no ser así perdonar si no he sabido expresarme con mis colores como prendo, con mis formas o con los volúmenes.
Sólo me queda dar las gracias a todos aquellos que me dedican una parte de su tiempo, tiempo muy valioso que recibo como el mejor de los regalos.
Percibo la contínuidad de un cuerpo que se fractura con tal de permanecer. Niveles de movimiento y categorías de color, desplazando texturas para fijar volúmenes y vice-versa. Un movimiento interno que genera historias en planos simultáneos. Sin jerarquías, ni ordenes preconcebidos, el azar rompiendo moldes para construír medios. La monocromía de un contorno que luce detenido, precisamente por moverse en todas direcciones, carente de trayectoria, fijo en la materia, has captado el alma de las cosas. Un abrazo.
En arte, concretamente el abstracto, las cosas tal vez no resultan creíbles, no responden a nada demostrable ni físicamente reconocible, está sustentado por una necesidad interior, por la fuerza de una convicción, una ilusión y un deseo de trasmitir con énfasis todo lo que se encuentra en nuestro interior, tal vez también, en nuestro intelecto. Al producirse así, son la verdad en nosotros, son la esencia poética de las cosas, de nuestras cosas, la máxima verdad que podemos obtener para preguntas sin respuesta o tal vez la respuesta está en nosotros.
Nací en Valencia en 1943, estudié en la escuela de Artes y Oficios de Barcelona, ingresé en la Escuela de Bellas Artes de esta ciudad. Tras muchos años de realismo, descubrí mi gran pasión en los terrenos de la abstracción que no abandono desde entonces. Descubro que a través de la madera, los trapos, los hierros, los clavos el alambre y muchos más elementos, son fundamentales para convertir a partir de ese momento en el vehículos matéricos de una pintura tan rica en connotaciones poéticas como en la expresividad de mis emociones.
Excelente !!!
ResponderEliminarPercibo la contínuidad de un cuerpo que se fractura con tal de permanecer. Niveles de movimiento y categorías de color, desplazando texturas para fijar volúmenes y vice-versa. Un movimiento interno que genera historias en planos simultáneos. Sin jerarquías, ni ordenes preconcebidos, el azar rompiendo moldes para construír medios. La monocromía de un contorno que luce detenido, precisamente por moverse en todas direcciones, carente de trayectoria, fijo en la materia, has captado el alma de las cosas. Un abrazo.
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