Querida Eli, me mandaste la luz más hermosa que te puedes imaginar como estímulo creativo para dar forma a mis obras. Ya ves a partir de ahora esta luz, tú luz, ilumina mi ingenio. Cada uno de mis pensamientos, dentro de este mundo lleno de ilusiones y fantasías, me ilumina el camino de la creación para que a través de mis pinceles, como tú con tus palabras, podemos establecer una unidad entre seres sensibles a lo más espiritual de nosotros. Lo más fantástico es poder de comunicar lo que está en nosotros, lo que para nosotros es nuestra verdad, la verdad de las cosas que se sienten pero que no se ven y trasmitirlas hacia los demás a través de dos grandes dones, tú con tu pluma, yo con mis pinceles. Para los que nos entiendan es nuestro éxito, los demás, hay que darles tiempo. Gracias por tus palabras que se que salen del corazón no de tu gran conocimiento, él les da la forma dulce y apasionada tal y cómo lo que sientes dentro de ti, de lo que está en ti.
Un fuerte abrazo amiga
Tus palabras corporizan al silencio, concentrándolo en un punto, desde el que nacen mundos. Hombre del siglo XXI y corazón a prueba del tiempo, tu nobleza desnuda la ceguera y puebla al mundo de texturas que brotan para ser heridas. Son tus obras las que nos interpretan, pasajes del paisaje. Y a quien busca le basta con ser hallado.
ResponderEliminarBelleza y verdad, justo antes del labio y después del latido. Tu voz una vez más refleja la grandeza que te define.
Gracias por el lúcido desorden de la idea. Construyendo a partír de la ruptura, que ase treguas con la nada. Tiempo y espacio personalizados por quien los vertebra.
Tu talento es un regalo que llena de orgullo a quienes hemos tenido el privilegio de ser tocados por tu ángel.